Nueva presentación de la Colección de Arte Románico del MNAC

arte_romanico_mnacLa remodelación de las salas en las que se muestra la Colección de Arte Románico del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC, Barcelona), que se ha llevado a cabo gracias al patrocinio de la Fundación Mapfre, actualiza su discurso museográfico, basado ahora en la racionalización del orden y la selección de las obras, así como los aspectos vinculados a su presentación y conservación.

Esta nueva propuesta es el fruto de un largo proceso y ha comportado un intenso trabajo de investigación y reflexión transversal e interdisciplinaria que ha implicado tanto al Área de Conservación de Arte Románico como al Área de Restauración y Conservación Preventiva del museo catalán.

La nueva presentación, que no afecta a los aspectos arquitectónicos, ha permitido incorporar importantes mejoras en las instalaciones, especialmente en la iluminación de las obras, los sistemas de conservación preventiva, el mantenimiento y la eficiencia energética. Todas las actuaciones realizadas han buscado, por una parte, conseguir las condiciones óptimas para la conservación de las obras de arte y, por otra, ofrecer al visitante las condiciones más adecuadas para la apreciación de sus valores estéticos, históricos y culturales.

Nueva mirada

La Colección de Arte Románico del MNAC está integrada por obras de los siglos XI, XII y XIII, entre las que destaca la excepcional serie de conjuntos de pintura mural, única en el mundo. Estas pinturas, procedentes en gran parte de las iglesias románicas de los Pirineos, fueron compradas y trasladadas al Museo, principalmente, entre 1919 y 1923 para evitar su exportación. La colección se completa con un rico fondo de pintura sobre tabla –el conjunto más numeroso y antiguo de la Europa románica–, de talla en madera, escultura en piedra y orfebrería.

Con el objetivo de racionalizar el discurso y evitar reiteraciones se ha llevado a cabo una importante reordenación de las obras y una reducción de la selección de las piezas expuestas, a excepción de los grandes conjuntos de pintura mural y sus estructuras, cuyo emplazamiento no ha variado. Estos conjuntos definen el discurso cronológico y estilístico en el que se intercalan las salas dedicadas a las diversas técnicas y tipologías: la pintura sobre tabla, la escultura en madera, la escultura monumental y la orfebrería. Se han potenciado los ejes que ofrecen las salas, instalando en ellos obras clave que refuerzan el itinerario, como en el caso de la Lapidación de San Esteban (Sant Joan de Boí) o de las tallas de los Descendimientos de la Cruz. Como novedad se expone, por primera vez de manera permanente, un conjunto de tejidos coptos.

La génesis de la colección

En la nueva presentación también se incorporan elementos que explican la génesis de la Colección y la técnica de los arrancamientos de pintura mural, como un vídeo que documenta el arrancamiento de una parte de las pinturas de la iglesia de Sant Joan de Boí, llevado a cabo en 1978 por técnicos del Museo mediante la técnica del strappo. El procedimiento es bastante similar al empleado por el equipo de especialistas italianos que se encargó de la gran campaña de arrancamientos de 1919-1923, excepto en lo que respecta a la creación del nuevo soporte de las pinturas arrancadas, en el que se utilizan materiales que entonces no existían.

Por lo que respecta al conjunto de pintura mural románica, el más valioso y singular del mundo conservado en un museo, las intervenciones realizadas se han centrado muy especialmente en la iluminación y, en algunas de las salas, en el tratamiento del color de los muros de soporte, para favorecer la contemplación de conjuntos tan relevantes como el de Sant Climent de Taüll, Santa María de Taüll, Sant Joan de Boí, Sant Quirze de Pedret, Sorpe, Cardona o Sijena. En general se ha buscado una presentación más clarificadora para el espectador y, con este objetivo, algunos fragmentos han sido reubicados.

También fruto de este proceso constituye una novedad importante la aplicación de un nuevo criterio para el tratamiento de las lagunas, los fragmentos donde se ha perdido la pintura. Estas lagunas han sido reintegradas con un mortero a base de arenas procedentes de la misma zona que la pintura tratada, como se ha puesto en práctica en Sant Joan de Boí o en Sant Quirze de Pedret.

Pintura sobre tabla

La colección de pintura románica sobre tabla del MNAC es una de las más importantes del mundo y un testigo precioso de la importancia de la producción de mobiliario policromado en la Cataluña medieval. Las obras más significativas son los frontales de altar, a veces completados con las tablas laterales, los baldaquines y las vigas.

La manera de exponer estas piezas, principalmente los frontales de altar y las tablas de baldaquín, a una altura mucho más próxima al ojo del espectador, para facilitar su contemplación directa, es una de las novedades que incorpora la remodelación.

Escultura en madera y en piedra

La colección de escultura en madera del MNAC es también de gran importancia, no tan sólo por su riqueza tipológica (crucifijos, vírgenes, descendimientos) sino porque algunas de las piezas que conserva son obras fundamentales del románico europeo, como es el caso de la Majestad Batlló.

La forma de presentar estas piezas, las peanas, los sistemas de anclaje y las vitrinas se ha renovado con el objetivo de acercar estas obras al público, de potenciar su sentido tridimensional y facilitar las tareas de conservación y limpieza. Hay que señalar también la nueva ubicación y manera de exponer las tallas de los descendimientos, ahora presentados en la sala que acoge las pinturas de Sorpe.

La escultura monumental, aplicada a la arquitectura, está presente en las colecciones del MNAC con un conjunto de capiteles procedentes, principalmente, de claustros y portadas de monumentos catalanes. La nueva presentación incorpora las bases del baldaquín de Ripoll, obra muy representativa de uno de los talleres más importantes del románico, depósito del Obispado de Vic.

Recreación en 3D



La nueva presentación ofrece también la posibilidad de contemplar la recreación en 3D de la portalada de Ripoll, la obra escultórica más monumental del románico catalán, proyecto realizado por la Universitat Politècnica de Catalunya y que se pudo ver en la exposición El románico y el Mediterráneo, organizada por el MNAC en el 2008.

El recorrido culmina con los objetos de orfebrería, que constituían los tesoros de las iglesias medievales. Estos objetos tenían una función litúrgica, pero a la vez formaban el patrimonio material de los templos, su sistema de acumulación de riqueza. Las vitrinas muestran una selección de piezas de épocas diversas del fondo de orfebrería románica del museo. Dos están dedicadas a la llamada “obra de Limoges”, la célebre producción de objetos de cobre esmaltados cuyo centro estaba en esta ciudad del norte de Occitania.

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