Últimos misterios de la tumba de Djehuty

El proyecto español de excavación en Luxor cumple 10 años y seguirá «otro siglo»

José Manuel Galán, en la tumba del alto funcionario egipcio. ABC

El día en el que el pueblo egipcio se levantó contra el tiranosaurio Mubarak, el arqueólogo José Manuel Galán y su equipo iban a celebrar su décimo aniversario de excavación ininterrumpida en la tumba de Djehuty, necrópolis de Dra Abu el-Naga, orilla occidental de Luxor, antigua Tebas. Sobre el mantel de la casa rural (el mítico Marsam) que los acoge, tarta, sangría, jamón serrano y una gran amistad forjada tras una década de prodigiosos descubrimientos en el Atapuerca de Egipto. Los resultados de esta campaña, como el misterioso hallazgo de 80 figurillas de barro de 3.000 años de antigüedad, los presentó Galán en el CSIC, en un acto presidido por la ministra Cristina Garmendia.

Cuando surgieron las primeras revueltas egipcias, el equipo de Galán se vio obligado a interrumpir su extraordinario trabajo de rescate del antiguo Egipto: el nuevo Egipto se estaba levantando contra el opresor. Emoción y trascendencia: «Para la sociedad egipcia y para nosotros, era un cambio muy importante pasar de la dictadura a tratar de instaurar la democracia —explica Galán—. Aportaremos nuestro granito de arena para que haya paz y estabilidad». Durante diez años, Galán y su equipo han contratado a un centenar de trabajadores nativos de Luxor y alrededores que «más que amigos son parte de nuestra familia, por lo que nos preocupan y les deseamos lo mejor».

Doce tumbas desconocidas

En el cuaderno de bitácora de la excavación de Djehuty (www.excavacionegipto.com), fuente pionera en internet desde hace una década cuando apenas existían los blogs, José Manuel Galán y su equipo anotan: «...El mudir preparó una sangría versión West Bank, con vino Omar Khayyam y Sprite, salteado con pedazos de limones y naranjas de aquí buenísimas. Pero eso no fue nada comparado con el estupendo salmorejo de Angie, las tortillas de patata, y el “mullaor” de Joan (parecido a la escalibada). Dos fabulosas tartas endulzaron el final. Un festín, como si se tratara de la celebración de la “bella fiesta del valle” en honor a Djehuty. ¡Larga vida a Djehuty! Di-ankh-er-djet-neheh mi-Ra...». Sobre las cinco de la tarde del viernes 28 de enero, mientras degustan la tarta del X aniversario, saborean un ron Matusalem o un Macallam, o fuman una «shisha» de cereza, en Luxor las revueltas son más suaves que en El Cairo. Pero, aún así, arde en llamas un edificio del Gobierno, un par de estaciones de policía, se apedrea la biblioteca Suzanne Mubarak: «El epílogo, horas después, fueron gases lacrimógenos, carreras por las calles y disparos al aire... Era mejor perder la mitad de una campaña que lamentar pérdidas más graves». Galán y su extraordinario equipo volverán en 2012: «Nos esperan enterradas una docena de tumbas de Djehuty y Hery nuevas desconocidas».

Antonio Astorga, Madrid: Últimos misterios de la tumba de Djehuty, ABC, 13 de julio de 2011