Miradas al fresco... con Juan Gris

El viejo rascacielos de la Gran Vía, el que fuera el más alto de Europa, se ha renovado con varias salas de exposiciones que tratan de subrayar la relación entre arte y tecnología. El edificio Telefónica dedica 6.600 metros cuadrados a estos menesteres y muestra, hasta finales de año, la colección Cubista de la compañía. Los fondos están presididos por el madrileño Juan Gris (1887-1927), del que se exponen 11 obras. ¿Y el vínculo entre tecnología y Cubismo? La clave está en el inicio rupturista del siglo XX (el telégrafo, la radio, la producción en cadena o el desarrollo de la fotografía y del cine), que propició la explosión de las vanguardias.

Escalera del nuevo espacio expositivo del Edificio Telefónica.
Escalera del nuevo espacio expositivo
del Edificio Telefónica
Juan Gris, que vivió gran parte de sus 40 años de vida en París y en el sur de Francia, siguió la estela de Picasso y de Braque, y se convirtió en uno de los mayores valedores de esta corriente que hizo trizas los cánones estéticos que venían fijados desde el Renacimiento. Es más, según define Francisco Serrano, director general de la Fundación Telefónica, "fue un auténtico cabeza de fila; Picasso pasó en un par de años a hacer otra cosa y Braque no profundizó más en aquel descubrimiento".

Las obras de Gris están expuestas junto a las de otros artistas con los que tuvo una relación muy estrecha, como la de los franceses Albert Gleizes (1881-1953) y Jean Metzinger (1883-1956), o las de creadores latinoamericanos que también pasaron por París, como el uruguayo Joaquín Torres García (1874-1949) o el poeta chileno Vicente Huidobro (1893-1948); a él van dirigidas varias cartas escritas por Juan Gris que ha prestado la fundación que lleva su nombre.

"Con ese asunto quizá la Historia no ha terminado de hacer justicia. En el París de la época hubo una concentración de artistas de todo el mundo, pero había una presencia muy importante de españoles y de latinoamericanos", explica Serrano. Sobre los latinoamericanos, destaca que "en términos artísticos, las vanguardias y el cubismo les marcaron la vida, y aunque luego volvieron a sus países, se llevaron ese fermento de modernidad que luego replicaron en la modernidad latinoamericana".

De ahí, por ejemplo, la fotografía de Horacio Coppola (Buenos Aires, 1906) que recibe en los primeros pasos del recorrido, junto a otras imágenes que sirven para contextualizar la época. No parece que el argentino, que ya cuenta con 105 años, conociera personalmente al artista español durante su estancia en Francia, pero sí quiso titular la instantánea 'Homenaje a Juan Gris' (1939). "Hicimos una exposición a Coppola -relata Francisco Serrano- y le visité en su casa de Buenos Aires. Y esta foto es la única que tiene colgada en su domicilio, al lado de su dormitorio. Y creo que es por ese recuerdo, por el cambio tan impresionante que significaron las vanguardias".

Además de las pinturas (nuestro guía destaca 'La ventana de las colinas', en la que, para él, Gris relaciona "todo con todo", una virtud que considera "su grandeza como pintor"), la exposición reúne libros (en papel y en pantalla) sobre el movimiento cubista, que incluye el texto que Gertrude Stein escribió sobre el pintor. También se exhibe un documental de algo menos de 20 minutos en el que se profundiza sobre su figura. Una vida que apenas duró cuatro décadas.


Colección Cubista. Espacio Fundación Telefónica (acceso por C/ Fuencarral, 3). Entrada gratuita. Hasta finales de 2012. Más información
 
Virginia Hernández, Madrid: Miradas al fresco... con Juan Gris, EL MUNDO, 24 de mayo de 2012