Romero de Torres derramará su ambigüedad en el Thyssen de Málaga

Bilbao, 2002, Córdoba, 2003 y... Málaga, 2013. El Museo Carmen Thyssen acogerá del 19 de abril al 8 de septiembre la tercera gran exposición monográfica de carácter antológico que se le dedica al pintor cordobés en lo que va de siglo. Una iniciativa que pretende continuar la línea de redescubrimiento de un artista que durante muchas décadas gozó más de la estima popular que del aprecio crítico, circunstancia que está en vías de corrección como demuestran la cantidad de estudios que se han realizado sobre su obra en los últimos años y esta serie de exposiciones que lo resitúan en el mapa artístico de su tiempo, acompañadas por un incremento del interés internacional por su figura. La exposición, titulada Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición y que explorará la ambigüedad como uno de los conceptos clave en su producción, será presentada el 30 de enero en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la baronesa Carmen Thyssen. 

Comisariada por la directora del museo, Lourdes Moreno, la exposición tiene como objetivo presentar un recorrido por la obra de uno de los pintores más populares de la historiografía española, a la vez que reflexionar sobre su trayectoria creativa a través de diversos capítulos dedicados a sus temas más recurrentes. A las obras de Romero de Torres con que cuenta esta institución (La Buenaventura, Monja, La Feria de Córdoba...) se sumarán las procedentes de distintos museos y colecciones particulares. La presencia de cuadros conservados en Córdoba será amplia, con varias cesiones del museo del pintor y los que posee Cajasur (La saeta, Amor sagrado, amor profano). No obstante, habrá que esperar al día 30 para conocer una relación más extensa del material seleccionado para una exposición que constituye una de las apuestas más fuertes del Thyssen de Málaga este año, junto a Anglada-Camarasa. Arabesco y seducción, visitable hasta el 31 de marzo. 

Entre la figura del artista y su producción creativa, destaca la pinacoteca, "se produjo una simbiosis identificativa especialmente singular que hizo de él un pintor de leyenda". La exposición mostrará que "su obra, caracterizada por la precisión técnica, pretende reflejar una ambigüedad permanente gracias a la gran carga simbólica y sensual que contiene cada uno de sus cuadros. Así, aúna influencias de los pintores del primer Renacimiento con una estética casticista, para evocar la importancia que la imagen de Andalucía tuvo en la pintura española durante los inicios del siglo XX". 

La exposición en el Bellas Artes de Bilbao, del 2 de octubre de 2002 al 26 de enero de 2003, partió del hecho de que Romero de Torres celebró su primera individual en la sala Majestic Hall de esta ciudad, en 1919, y mostró el vínculo que estableció con artistas e intelectuales vascos contemporáneos como Unamuno, Ricardo Baroja, Valentín de Zubiaurre o Ignacio Zuloaga. Bajo la dirección científica de la profesora Lily Litvak (de la Universidad de Texas), la exposición reunió medio centenar de obras, procedentes, entre otras instituciones, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Museu Nacional d'Art de Catalunya, así como de colecciones americanas (México, Argentina, Chile y Uruguay) que no se habían vuelto a ver en España. Unos días después de su clausura, el 15 de febrero, Córdoba celebró la inauguración de Julio Romero de Torres. Símbolo, materia y obsesión, que, comisariada por Jaime Brihuega y Javier Pérez Segura, contó con casi 200 piezas. Fue posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento, la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí de la Diputación y Cajasur. El testigo lo coge ahora Málaga, que ya dedicó una exposición al cordobés en 1991, Julio Romero de Torres y su época, organizada por el Ayuntamiento.

Alfredo Asensi: Romero de Torres derramará su ambigüedad en el Thyssen de Málaga, El Día de Córdoba, 27 de enero de 2013