La Galería de los Uffizi, de edificio de gobierno a museo renacentista

La Galeria de los Uffizi de Florencia es la joya de los museos italianos, uno de los más famosos del mundo por su patrimonio artístico, y en particular por sus numerosas obras maestras del renacimiento. Junto a los Museos Vaticanos es el más visitado en Italia. El complejo monumental de los Uffizi no fue creado expresamente para museo. Fue ordenado construir en 1560 por Cosme I de Médici para acoger a los «uffizi», es decir, las oficinas de las magistraturas florentinas, al quedarse pequeño el Palazzo Vecchio (Palacio Viejo). De ahí su nombre: «Galería de los Oficios».
La Galería de los Uffizi con el Palacio Vecchio al fondo - ABC
La Galería de los Uffizi con el Palacio Vecchio al fondo - ABC
De la construcción del palacio de los Uffizi se encargó en 1560 el arquitecto Giorgio Vasari, que era el artista de confianza de Cosme I. Proyectó el edificio en forma de U, tal como hoy aparece. Las obras se completaron después de la muerte de Vasari (1574), encargándose de su dirección otro gran arquitecto, Bernardo Buontalenti, que concluyó los trabajos en 1581.

Algunas salas del palacio sirvieron para almacenar las obras de arte de la extraordinaria colección de los Médici, la más poderosa e influyente familia del renacimiento en Florencia, de la que salieron cuatro papas, miembros de las casas reales de Francia e Inglaterra y numerosos dirigentes. Los Médici, por su poder y riqueza, patrocinaron a los mejores artistas y científicos de la época. Supieron unir como ideal familiar el dinero y la belleza. Se explica así que la familia contara también con la más importante colección de obras de arte de la época. En la colección de los Médici no solo había obras de arte, sino también piedras preciosas, armas e instrumentos científicos, entre ellos los que pertenecieron a Galileo Galilei. Para evitar que este inmenso patrimonio se dispersara, a mitad del siglo XVIII, la última descendiente de la gran familia de banqueros florentinos, Maria Luisa de Médici, estableció un Pacto de Familia (1737) para que la herencia, por donación, formara parte de la Galería de los Uffizi, «para utilidad del público y a traer la curiosidad de los forasteros». Fue a parir del 1789 cuando la Galería se abrió al público.

Situados en el corazón de Florencia, en la Plaza de la Señoría, los Uffizi son meta imprescindible para cualquier turista que visita la capital de la Toscana. Innumerables son las obras maestras, sobre todos de artistas desde el siglo XII hasta el XVII: Cimabue, Giotto, Boticelli, Rafael y Migel Ángel, por citar los más famosos, entre otros muchos. Entre las obras que hacen de los Uffizi uno de los museos más renombrados y visitados del mundo están el «Nacimiento de Venus» y la «Primavera» de Sandro Boticelli (1445-1510), que son las expresión más alta de la cultura humanística florentina. De Leonardo da Vinci (152-1519), el genio del Renacimiento, se pueden admirar dos de sus obras juveniles: «El bautismo de Cristo» y la «Anunciación», que es uno de los cuadros más célebres del artista. Sobre Rafael, la colección de los Uffizi y de Palacio Pitti, cuenta con el mayor número de cuadros del mundo: 20, entre los que destaca: «La virgen del jilguero» (1506). Tiziano y Caravaggio son otros de los artistas para admirar en los Uffizi, visitados en el pasado año por 1.971.596 personas.